Te resistes a cualquier tipo de cambio porque la falta de motivación te aferra a una rutina cómoda. Ya va a llegar el momento indicado para crecer y Evolucionar como persona.
Llevas tus ideas como si fueran parte de un mundo paralelo, sin conocer la fórmula para accionar y volverlas realidad.
Desconoces las herramientas persuasivas para vender y consideras que tu formación no está a la altura de los que van a convertirse en tu competencia.
Esperas ahorrar el dinero suficiente como para lanzar cualquier mejora de tu negocio, pensado, recién lanzado o que ya lleva tiempo para poderse transformar.
Repites, copias y agotas tus esfuerzos imitando a otros que ya consiguieron vivir de lo que les apasiona, sin preocuparte por trazar un mapa de ruta personalizado.
Evitas coincidir y consumir productos o servicios de empresas que únicamente priorizan sus ganancias financieras y no consideran su impacto negativo en el medio ambiente y la sociedad.
Ignoras las empresas que no se involucran ni contribuyen de manera positiva en el desarrollo local, nacional o internacional porque sus políticas van en contra de tus valores.