Quieres acabar el paseo porque tienes cosas que hacer, pero tu perro se lo está pasando en grande.
Le llamas y no viene. Estás una hora para atarlo de la correa y llegas tarde…
Sospechas que tiene algo en la boca que no quieres que coma, le llamas para retirárselo y corre hacía el otro lado para engullirlo.
O, peor aún…
Ves un peligro, se acerca a la carretera, le llamas, y… pasa de ti…
Es un tema muy serio.
Puede escaparse, tener un percance o causar un accidente.
Es necesario que aprenda a acudir a ti cada vez que le llames.
Esto te hará vivir con tranquilidad, confiando en que, cada vez que le sueltes, tendrás todo bajo control.